Las historias sobre el significado potencial de la capirotada en la cultura judía mexicana, se centran en la intolerancia brutal de la Inquisición española. Las pistas potenciales parecen surgir en todas partes.

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La Santa Inquisición

El capriote no era solo un sombrero para los monjes, sino la capucha que se imponía a los que eran juzgados como herejes.

Algunos dicen que la diáspora judía usó budines de pan en todo el mundo para ocultar pan sin levadura. Y, por último, está la afirmación que se repite a menudo de que la receta de la capirotada está en los archivos de la Inquisición.

La historia es turbia. El capriote religioso sí tenía una doble finalidad para las órdenes religiosas y los presuntos herejes. Pero el origen de la palabra, capa, simplemente se refiere a una tapa, como la tapa de queso en la cazuela.

Y aunque los criptojudíos, aquellos que practican el judaísmo en secreto, intentaron ocultar prácticas alimentarias que los expondrían, la evidencia no apunta claramente a la capirotada como método.

capirotada

La intolerancia

Las recetas y la preparación de alimentos formaban parte de la Inquisición y existen en los registros.

La Inquisición española (o la Santa Inquisición) apuntó a los conversos o judíos sefardíes que se habían convertido al catolicismo para escapar de la expulsión o la muerte.

Convencidos de su falsa fe, las autoridades investigaron todos los aspectos de sus vidas en busca de la confirmación de la herejía. Investigaban qué comían, cuándo lo comieron y cómo lo prepararon. No comer anguilas, cortar toda la grasa o cocinar en aceite de oliva en lugar de manteca de cerdo eran solo algunas de las muchas prácticas peligrosas.

Un platillo que llegó a México

La Dra. Hélène Jawhara Piñer, historiadora culinaria, dice que la capirotada, con ese nombre, no ha aparecido en su investigación de la Juicios de la Inquisición española y mexicana.

Jawhara Piñer sí argumenta que las familias judías sefardíes que llegaron a México servían una versión de capirotada al igual que otros emigrantes españoles. “Este es seguramente un plato consumido por los criptojudíos, principalmente en el norte de México”.

A principios del siglo XX, las familias judías que viven en Nuevo México, que son descendientes de criptojudíos, dicen que para la Pascua sus familias solían preparar capirotada, también conocido como pan de semita.

Que no se confunda con el pan de semita

No debe confundirse con otros panecillos dulces y salados llamados cemita, o incluso semita en otras regiones; las familias judías usaban capas de galletas de soda, jarabe, pasas y queso para hacer pan de semita. Una vez más, la capirotada se adaptó y tomó un nuevo nombre.

A los fanáticos de capirotada les preocupa que la popularidad de este platillo se esté desvaneciendo y se quede atrás.

Mirando a través de los siglos, las migraciones y las culturas, es probable que ya estemos adaptando la capirotada en su próxima interpretación.

¡Este es uno de los postres que debes probar cuando visites México!